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6-8-2014|15:20|Nietos restituidos Opinión
La restitución del nieto de Estela

No hubo secuestros aislados, hubo un plan de apropiación

El fiscal Martín Niklison señala que la Justicia demostró que hubo una coordinación entre las distintas armas que permitió "los traslados de mujeres embarazadas y luego el reparto de los bebés". Por la sustracción del hijo de Laura Carlotto ya fueron condenados Videla, Bignone y Franco. En mayo la Cámara de Casación confirmó el fallo.

  • Télam.
 

El juicio que culminó con la condena de Videla, Bignone, Acosta y otros por haber organizado una práctica sistemática de apropiación de niños, puso fin al discurso de los represores y sus diversos repetidores en el sentido de que se trataba de hechos aislados protagonizados al margen de la estructura de mando militar y policial. Quienes repetían ese discurso tenían a su favor el fallo en el juicio de las Juntas, que sostenía que no se había podido probar una sistematicidad y generalidad que permitiera responsabilizar a los comandantes.

Luego de más de un año de audiencias se probó que se había montado una estructura en lugares como la ESMA, el Hospital Militar de Campo de Mayo y el Pozo de Banfield que funcionaban como pseudo maternidades, adonde eran llevadas mujeres embarazadas para parir a sus hijos en condiciones espantosas. Se demostró que había una coordinación entre las distintas armas y entre unidades militares que permitía los traslados de mujeres embarazadas y luego el reparto de los bebés a miembros de las instituciones armadas o a conocidos de éstos. Por ejemplo, mujeres embarazadas eran llevadas a la ESMA desde Córdoba, de Mar del Plata o de la subzona del conurbano bonaerense a cargo de la fuerza aérea, luego del parto las madres desaparecían y los bebés eran repartidos a personal de la aviación o de la base naval de Mar del Plata.

En cuanto a los menores secuestrados junto con sus padres a los que se les cambió la identidad, los casos objeto de juicio y otros ya juzgados anteriormente fueron suficientemente demostrativos de que hubo una gran cantidad y que además por sus características era imposible que no fueran consecuencia de una decisión tomada en la cúspide del poder. Paula Logares fue secuestrada con sus padres en Uruguay y traída clandestinamente al país; aquí se le cambió la identidad y fue apropiada por un comisario de la policía bonaerense, pese a que tenía casi dos años; para hacerlo sin duda se requería de acuerdos en la cúpula del poder.

Clara Anahí Mariani -la nieta de Chicha Mariani, una abuela a quien espero ver próximamente igual de feliz que Estela Carlotto- fue secuestrada en un operativo militar en el que estuvieron presentes Suárez Mason y Camps. Victoria Montenegro estuvo tres meses en una brigada de la bonaerense junto con otros bebés, cuidados por monjas; allí la fue a buscar el militar que secuestró y luego asesinó a sus padres y el comisario se la entregó para que la anotara como propia, aunque previamente le ofreció un chiquito rubio; el comisario fue el padrino, lo que demuestra que no le importaba aparecer vinculado a ese hecho delictivo ya que se sabía impune.

Otra prueba fundamental fue la desclasificación de un documento del Departamento de Estado norteamericano, que relataba la reunión de Elliot Abrahms con el embajador argentino en Washington en 1982, en la que el funcionario estadounidense decía que para normalizar las relaciones sería conveniente que aparecieran los menores desaparecidos y García del Solar le contestaba que ya lo había conversado con Bignone y el canciller Aguirre Lanari, pero le habían contestado que era muy difícil sacárselos a los "padres adoptivos". Esa prueba y el testimonio de Abrahms fueron concluyentes respecto a lo que sabían los altos mandos y a la información que han venido ocultando desde entonces y algunos como Videla se han llevado a la tumba.

Por la sustracción del hijo de Laura Carlotto fueron condenados Videla, Bignone y Franco. La reconstrucción de lo sucedido llegó hasta el Hospital Militar Central, donde un conscripto vio a Laura en una habitación y más tarde pudo presenciar cuando se la llevaban a ella por un lado y al bebé por otro. Ese ex conscripto dijo reconocer a una persona que daba órdenes y al que llamaban "mayor", ya que con posterioridad lo identificó como Minnicucci. No se sabe si es el fallecido Guillermo -vinculado con otras sustracciones de menores como la de Juan Cabandié y la hija de Susana Reinhold- o Federico Minnicucci, quien aún vive y está próximo a ser juzgado. Si bien se hicieron pocas menciones a partos clandestinos en el Hospital Militar Central, lo cierto es que en el caso de Laura Carlotto intervino Bignone, quien conocía a Estela y, seguramente para sentirse un hombre generoso dentro de su miseria, luego de hacer asesinar a Laura le entregó su cuerpo a sus padres. Por eso es posible que haya hecho trasladar a Laura al Hospital Militar Central y que haya intervenido Minnicucci, que era subordinado suyo.

En mayo de este año la Cámara de Casación confirmó el fallo; como fiscal del caso recurrí por las absoluciones y el Tribunal revocó las del almirante Franco, de Ruffo y además cambió la calificación de Bignone y le aumentó la pena a 25 años. Todos quienes integramos este equipo que trabajó en ese juicio nos sentimos muy orgullosos y satisfechos por los resultados. Como es imposible no involucrarse emocionalmente luego de meternos en semejante horror y de tratar a personas extraordinarias como Estela de Carlotto, Chicha Mariani, Rosa Roisimblit, Elsa Pavón y tantos de los nietos y otros familiares, todos nosotros hemos vivido con intensa emoción y lágrimas en los ojos la aparición del hijo de Laura. Tenemos la esperanza de que seguiremos teniendo nuevas alegrías.

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