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17 de Marzo 2016 - 3:29 hs
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20-1-2015|7:15|Nisman Nacionales
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Tras su denuncia tuvo varios cruces con el juez Canicoba Corral

La última semana de Nisman día por día

Volvió de Europa donde estaba de vacaciones y pidió, durante la feria, la indagatoria de la Presidenta, el canciller y otros tres dirigentes políticos por supuesto encubrimiento en la causa AMIA. Recorrió los medios hablando de la acusación y lo convocaron en Diputados. El sábado, un colaborador le prestó el arma que encontraron debajo de su cuerpo.

  • La causa AMIA tiene 700 cuerpos Vaca/RES
Por: Infojus Noticias

Una de las últimas personas que vio al fiscal federal Alberto Nisman con vida fue un empleado de la fiscalía especializada UFI-AMIA, que investiga desde 2004 el atentado a la mutual judía. Lo confirmó en una entrevista televisiva Viviana Fein, la funcionaria a cargo de la pesquisa por la muerte. Este colaborador, que ya declaró en sede judicial, fue quien le entregó el último sábado a Nisman el arma Bersa calibre .22 -registrada a su nombre- que encontraron debajo de su cuerpo y en el medio de un charco de sangre. Se la había pedido el propio Nisman, preocupado por su seguridad.

Ese día el  fiscal había estado leyendo el expediente y ultimando los preparativos para la audiencia de la que iba a participar ayer en el Congreso. En esa reunión iba a defender la acusación que había presentado hacía tres días. Por eso, esa tarde habló dos veces por teléfono con Patricia Bullrich, presidenta de la comisión de Legislación Penal, quien convocó al encuentro. “Hablamos sobre cómo iba a ser la reunión. Fue una charla absolutamente normal. Estaba preocupado por que se garantice lo que habíamos acordado cuando habíamos de esta audiencia a raíz de los rumores del pedido de que fuera pública”, dijo la diputada nacional de Unión Pro a Infojus Noticias.

El ritmo vertiginoso que irrumpió en la última semana de vida de Nisman comenzó el último miércoles. Según contó en una entrevista él mismo, recién la semana pasada terminó de recolectar las pruebas para presentar el pedido de llamado a indagatoria a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, entre otros, por eventuales encubrimientos del atentado de la AMIA. Por eso, adelantó su regreso desde Europa, donde se encontraba de vacaciones con su hija de 15 años y planeaba regresar el 28 de enero. El lunes de la semana pasada llegó al país y dos días después, en el medio de la feria judicial, hizo el pedido para la imputación. Nisman dedicó los últimos 14 años a investigar el ataque a la mutual judía, sin embargo no esperó que vuelva  el juez natural de la causa, Ariel Lijo. La secuencia de hechos demuestra que estaba apurado. Aunque en su entorno de trabajo más íntimo no contó los motivos de tal premura. Tras el anuncio de la presentación, en seguida empezaron los cuestionamientos a una solicitud que se basaba en escuchas de inteligencia.

Esa misma noche el fiscal comenzó su raid mediático que, en menos de una semana, incluiría visitas a los estudios de televisión, salidas radiales y llamados a los medios gráficos. Nisman eligió habar primero en el programa “A dos voces” que se emite por TN. Ahí dio algunos detalles de la acusación.

Cuando habían pasado 24 horas de su presentación, la noticia ya había provocado conferencia de prensas, encuentros y repercusiones judiciales. La comisión de Legislación Penal lo citó para informar sobre el pedido de imputación. Las diputadas nacionales de Unión PRO Laura Alonso y Bullrich precisaron que el encuentro en el Congreso se realizaría ayer a las 15.

Durante esa jornada hubo varios cruces a través de los medios con el juez Rodolfo Canicoba Corral, que está a cargo de la investigación del atentado. El magistrado contó que se enteró por los medios de la denuncia y dijo que él no había autorizado las escuchas “sobre las personas que aparecen mencionadas en los medios". Canicoba Corral cuestionó al fiscal por no haberlo puesto al tanto de la investigación que estaba realizando, pero también por no mandar la denuncia a sorteo.

Ese mismo día la jueza federal María Servini de Cubría rechazó habilitar la feria judicial de enero porque "no se han acompañado los elementos probatorios que sustenten sus solicitudes". Nisman contestó –siempre a través de los medios- que le parecía lógico que eso ocurriera porque había presentado la extensa denuncia pero no las pruebas porque, dijo, no había llegado a copiar toda la información en los CD que debía presentar.

Por la tarde, el canciller Héctor Timerman encaró la que sería la primera conferencia de prensa en la que desestimó la denuncia. “Nisman investigó clandestinamente a la Presidenta”, dijo.

El viernes 16 Timerman encabezó una nueva conferencia de prensa en la que leyó un correo electrónico que le mandó el ex titular de Interpol, donde quedó sentado, por escrito, que Argentina insistió una y otra vez para que el memorandum de entendimiento con Irán no afectara la vigencia de las notificaciones rojas de Interpol sobre ciudadanos iraníes sospechados de participar en el atentado a la mutual israelita de 1994.

El sábado recibió, de manos de un colaborador, el arma que al día siguiente fue hallada debajo de su cuerpo. El colaborador de Nisman declaró en sede judicial que le llevó el arma al fiscal hasta su departamento ubicado en el piso 13 de una de las torres del complejo Le Parc, en Puerto Madero, y que se la había prestado por "cuestiones de seguridad". 

En el palier del piso 13 del departamento de Nisman en Le Parc esos mismos diarios descansaban en  el suelo. Ese dato, sumado a que no contestaba los llamados a la hora que habían pactado alertó a los custodios de la Policía Federal. Se comunicaron con su secretaria que llamó a la madre del fiscal y con la ayuda de un cerrajero entraron al departamento. En el baño encontraron su cuerpo.

 

Nisman tuvo dos hijas con la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, de quien estaba separado. La mujer con las dos chicas de 7 y 15 recibieron la noticia en España. 

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